Diagnóstico y prevención del cáncer de ovario

6 de mayo de 2024

Tiempo de lectura: 7 min

Mujer haciéndose un chequeo médico para prevenir el cáncer de ovario

El cáncer de ovario es una enfermedad que afecta a miles de mujeres en todo el mundo, siendo una de las principales causas de muerte por cáncer ginecológico. A menudo, este tipo de cáncer se diagnostica en etapas avanzadas, lo que dificulta su tratamiento y reduce las posibilidades de supervivencia. Por eso, en este artículo explicamos los aspectos clave para el diagnóstico oportuno y la prevención de este padecimiento.

¿Qué es el cáncer de ovario? 

El cáncer de ovario es una enfermedad maligna que afecta a los ovarios, los órganos reproductores femeninos responsables de producir óvulos y hormonas. Se caracteriza por el crecimiento anormal y descontrolado de células que forman tumores cancerosos.

En etapas tempranas, esta enfermedad puede no presentar síntomas evidentes, lo que dificulta su diagnóstico precoz. A medida que avanza, los tumores pueden crecer y ejercer presión sobre los órganos cercanos, lo que puede causar dolor pélvico o abdominal, hinchazón y dificultad para comer.

Además, el cáncer de ovario puede afectar la producción de hormonas en el cuerpo, lo que puede provocar cambios en el ciclo menstrual. Las mujeres también pueden experimentar síntomas como fatiga, pérdida de peso inexplicada y cambios en los hábitos intestinales o urinarios.

Tipos de cáncer de ovario

Existen diferentes tipos de cáncer de ovario, dependiendo de la célula en la que se origine. Estos tipos incluyen:

  1. Cáncer de ovario epitelial: Este es el tipo más común y abarca varios subtipos, como el carcinoma seroso y el carcinoma mucinoso.
  2. Tumores estromales: Estos tumores son poco frecuentes y suelen diagnosticarse en etapas más tempranas que otros cánceres de ovario.
  3. Tumores de células germinativas: Estos tipos de cáncer de ovario inusuales tienden a manifestarse a una edad más temprana.

Principales factores de riesgo del cáncer de ovario 

Este tipo de cáncer puede estar influenciado por varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Algunos de los principales incluyen:

  1. Edad: El riesgo de cáncer de ovario aumenta a medida que una mujer envejece, especialmente después de los 50 años.
  2. Antecedentes familiares: Tener familiares cercanos, como madre, hermana, tía o abuela, que hayan tenido cáncer de ovario aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. Además, las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama, cáncer de colon o cáncer de útero también pueden tener un mayor riesgo de cáncer de ovario.
  3. Mutaciones genéticas: Algunas mutaciones genéticas hereditarias, como las mutaciones BRCA1 y BRCA2, están asociadas con un mayor riesgo de cáncer de ovario. Estas también aumentan el riesgo de cáncer de mama.
  4. Uso de terapia hormonal: El uso prolongado de terapia hormonal, como la terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia, puede aumentar el riesgo de cáncer de ovario.
  5. Historia reproductiva: Las mujeres que nunca han estado embarazadas o que han tenido su primer embarazo después de los 35 años tienen un mayor riesgo de cáncer de ovario. Además, las mujeres que han tenido problemas de fertilidad o que han utilizado tratamientos de fertilidad pueden tener un mayor riesgo.
  6. Obesidad: Esta enfermedad está asociada con un mayor riesgo de cáncer de ovario.

Es importante tener en cuenta que tener uno o varios de estos factores de riesgo no significa que una mujer desarrollará cáncer de ovario. Sin embargo, es recomendable estar consciente de estos para evaluar el riesgo individual y tomar medidas preventivas si es necesario.

Síntomas del cáncer de ovario 

Por lo general, el cáncer de ovario no presenta síntomas en etapas tempranas, pero a medida que avanza puede causar una variedad de signos que pueden indicar la presencia de la enfermedad:

  • Sangrado o secreción vaginal anormal, especialmente si ya ha pasado la menopausia.
  • Dolor o presión en el área pélvica.
  • Dolor abdominal o de espalda.
  • Sensación de hinchazón.
  • Sensación de llenura rápida o dificultad para comer.
  • Cambios en los hábitos intestinales y urinarios, como necesidad de orinar con mayor frecuencia o urgencia y/o estreñimiento.

Mujer consultando con una doctora porque se siente mal y quiere descartar el cáncer de ovario

También es importante tener en cuenta los síntomas menos comunes, como fatiga, pérdida de peso inexplicada y cambios en el ciclo menstrual. Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental consultar a un médico para un diagnóstico adecuado.

Importancia de la detección temprana del cáncer de ovario 

El diagnóstico temprano del cáncer de ovario es crucial para mejorar el pronóstico y las opciones de tratamiento. Sin embargo, sólo alrededor de 20% de los casos se detectan en una etapa temprana. Cabe señalar que, cuando esta enfermedad se encuentra a tiempo, aproximadamente 94% de las pacientes viven más de 5 años después del diagnóstico.

Aunque actualmente no existen pruebas de detección ampliamente recomendadas, algunos métodos de diagnóstico pueden ayudar en la detección temprana de esta enfermedad.

Métodos de diagnóstico:

  1. Ecografía transvaginal: Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los ovarios y los tejidos circundantes. A pesar de que puede ayudar en la detección temprana del cáncer de ovario, es importante tener en cuenta que no es una prueba de detección definitiva. 
  2. Análisis de sangre para detectar marcadores tumorales: El análisis de sangre, especialmente el CA-125, es un marcador tumoral que se ha utilizado en el diagnóstico del cáncer de ovario. Sin embargo, este puede elevarse por razones distintas al cáncer, lo que limita su especificidad como prueba de detección. 
  3. Tomografía computarizada (TC): La TC puede ser utilizada para obtener imágenes detalladas de la cavidad abdominal, lo que puede ayudar en la detección y evaluación del cáncer de ovario.

Como es evidente, la detección temprana sigue siendo un desafío y se necesita más investigación para desarrollar pruebas de detección efectivas que puedan mejorar el pronóstico de esta enfermedad.

Además, se pueden usar otros estudios por imágenes como radiografías, resonancia magnética o tomografía por emisión de positrones, pero estos se utilizan para hacer seguimiento de la tumoración o determinar si el cáncer hizo metástasis.

¿Cómo prevenir el cáncer de ovario? 

Aunque no se conoce una forma definitiva de prevenir el cáncer de ovario, existen algunos factores asociados a una menor probabilidad de contraerlo. Estas medidas incluyen:

  1. Uso de anticonceptivos orales: Tomar pastillas anticonceptivas por cinco años o más se ha asociado con una menor probabilidad de desarrollar cáncer de ovario.
  2. Procedimientos quirúrgicos: Algunos procedimientos quirúrgicos, como la ligadura de trompas, la extirpación de ovarios, la extirpación de ambas trompas de Falopio o la histerectomía, pueden reducir la posibilidad de padecer cáncer de ovario en mujeres con alto riesgo.
  3. Embarazo y lactancia: Tener un hijo a una edad temprana o amamantar durante un período prolongado se ha relacionado con una disminución del riesgo de cáncer de ovario.
  4. Estilo de vida saludable: Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación saludable y equilibrada, actividad física regular y manejo del estrés, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer en general, incluido el cáncer de ovario.
  5. Otras medidas generales: Evitar el consumo de tabaco, tener una vida sexual responsable y realizar chequeos ginecológicos periódicos también ayuda a evitar esta afección.

Estas medidas pueden ayudar a reducir las probabilidades de contraer cáncer de ovario, pero no se recomiendan para todas las personas y pueden tener riesgos y beneficios asociados. Además, es fundamental evaluar el riesgo individual y tomar decisiones informadas sobre la prevención de este padecimiento.

En el Día Mundial del Cáncer de Ovario, es fundamental destacar la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano de esta enfermedad. 

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